ENTRE SU KARAMAT

La verdadera maravilla es el seguimiento estricto del Maestro de la creación, que la paz de Alá y Sus bendiciones sean con él. Por lo tanto, el siervo sigue su sunna por fuera y por dentro, de palabra, de obra y de estado. Fue de esta fuente de donde bebió nuestro jeque, fue en este mar donde se ahogó. Uno de sus prodigios es que uno se presente ante él. En uno mismo se piensa en algo. Entonces empieza a hablar de esa cosa aclarando su solución. Asimismo, el hecho de escuchar un hadiz o un verso de él. Entonces se establece en el corazón un conocimiento y una comprensión que antes no se tenía. Y esto, sin ningún esfuerzo de pensamiento. Más bien, es la baraka del Sheikh que emana de él en el momento en que pronuncia estas palabras. Uno de los hábitos del Sheikh es que debe estar de pie como si estuviera dando una conferencia mientras los Fukaras están reunidos. A continuación, describe su estado y usted sabe que el objetivo es su propia persona. Su palabra es entonces un medio de desvelamiento. Entre sus prodigios se encuentra también un hecho del que han dado fe muchos de sus murids. De hecho, lo ven en diferentes lugares al mismo tiempo. Asimismo, se informa de la curación de los enfermos por sus manos. Del mismo modo, el hecho de que la gran apertura sea rápida en su compañía proviene de su baraka. De hecho, transforma la oscuridad del corazón en Luz, en un abrir y cerrar de ojos. También cabe mencionar que informa a la gente de cosas que aún no le habían contado. Habla de este tema de mejor manera que el que quería informarle. Todo esto puede ser notado en el Shaykh por aquellos que lo conocen o lo frecuentan. Actualmente, nuestro Shaykh está en su Zawya en la ciudad de al-Aroui, ocupado con los asuntos de sus seguidores y sirviéndoles – Alá es testigo de ello. Y se sabe que enseña el nombre singular «Alá».

Que Alá nos haga beneficiarnos de él, nos lleve a su presencia y nos dé un comportamiento correcto en ella, tanto en secreto como en público. Y no hagas que nos vayamos de este mundo sin estar satisfechos con nosotros. Amén.