Él tiene la realidad de la ciencia en su tiempo, y esto es porque es el heredero de la Khatmiyya del Supremo Nombre Oculto. Habla un lenguaje elevado en el conocimiento de Alá, y sólo quien es como él lo entiende realmente. Saca un enorme conocimiento de una cosa pequeña. Cuando empieza a hablar de una sola letra, saca a relucir una multitud de significados hasta que el oyente se asombra de la inmensidad de sus conocimientos. Basta como prueba que desde que es Shaykh, sólo habla del Ha del Nombre de la Majestad. Cada vez, aporta una nueva comprensión y un sentido de la sutileza. Nos dice «tomad de mí lo que queráis. Mi conocimiento proviene del Mensajero de Alá. ¿Cuánto, oh Murid, puedes llevar de luces y secretos divinos? Bueno, no me canso… ¡mientras tú no te canses!» A menudo nos dice: «Paso las páginas rápidamente. Si quisieras detenerte en cada página, nadie pasaría del primer secreto. Esto es una clara muestra de su generosidad y del hecho de que facilita el camino al murid. Lo lleva de una estación a otra con relativamente poco esfuerzo, en tan poco tiempo que el faquir no se da cuenta de la estación que acaba de pasar. Si habla de la Qabda y sus manifestaciones, bastará con imaginar la fragancia de la particularidad. Si habla de los Nombres y sus manifestaciones, el corazón se embriaga con la embriaguez de la proximidad y la santidad. Si habla del Elegido, el corazón se llena de Luz manifiesta. ¡Así es como su Luz entra en el corazón! En cuanto a su estado, es hablar de un mar burbujeante, de una montaña firme. De hecho, está permanentemente en el testimonio del Viviente, el Amado. Desde que conoce al Verdadero, ya no está velado de Él. El Mensajero de Alá (PBSCE) tampoco se pierde de vista. Le oí decir: «Por Alá, si el Mensajero de Alá se me velara por un momento, ya no me contaría entre los musulmanes. Por el contrario, entre sus seguidores hay personas que se encuentran en el mismo estado. ¿Qué pasa entonces con el maestro del que derivan esto? El Fakir aumenta su certeza cada día y no sé el valor real de este gran Imam. Sería un cofre de luces en sus pies. Si quiere darte, te da y si quiere privarte, te priva. Tiene total autoridad en el noble secreto. Cuando habla, abarca todos los corazones y todos se benefician de su palabra, ya sea un principiante, un explorador o un triunfador.